Las personas
tenemos tendencia a vivir libremente, o eso pensamos.
Vivimos según lo que
queremos, llevamos a cabo las acciones que nos apetece cuando nos apetece, pero
quizás no nos damos cuenta de que a pesar de eso estamos sometidos a una fuerza
que nos hace actuar de un determinado modo, gozando de una libertad en cierta
parte, pero que a su vez dicha libertad se encuentra “englobada” por esa
fuerza, bien sea la sociedad o las propias leyes.
En muchos aspectos de
nuestras vidas, cuando llevamos una acción a cabo, la que se supone que hacemos
nosotros por que así lo queremos, no nos damos cuenta de que quizás esa acción
no es más que una decisión que hemos tomado de las muchas que esa “fuerza nos
ha dado a elegir”.
Vivimos en una sociedad que está formada por leyes, prejuicios, escrúpulos… que nos condicionan a la hora de vivir libremente. Puede que para algunas personas el concepto de libertad propiamente dicho se asemeje a la vida real al igual que puede ocurrir lo contrario, quizás todo depende del punto de vista que se mire y de los hechos que se lleven a cabo, pero en general, estamos y seguiremos condicionados por ese “algo” que nos no deja ser totalmente libre y aunque en ciertos momentos de nuestras vidas pensemos, inconscientemente, que gozamos de una libertad plena no será más que una ilusión por decirlo de algún modo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sonrisas