Loveyou.

Loveyou.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Capaz o incapaz?

Te reto a querernos hasta el anochecer, hasta rabiar, a amanecer charlando con cara de locos.
Te propongo hacer un trato, tu seras el sol y yo la luna, nos mantendremos alejados el uno del otro a los ojos de los demás, pero nos seguiremos atrayendo a escondidas. 
Prométeme que seras mis días y yo seré tus noches, que esto será como un juego permanente en el que los dos ganamos y solo pierde quien intente separarnos.
 Vamos a pasear nuestro amor por las estrellas, a hacer de cada rincón un lugar prohibido y de cada esquina un secreto.
Prométeme que con un solo roce de mejilla la piel se me pondrá de gallina, que suspiraras por cada letra de mi nombre, dime que soñaremos despiertos.
Prométeme que nos ignoraremos delante de la gente, que esto solo sera nuestro. Convénceme de que inventaremos un lenguaje secreto que nadie será capaz de descifrar jamás.
Prométeme que viviremos un sueño acorde con nuestra realidad, en la que tu y yo seamos 1+1=2 solamente 1. 
Júrame que siempre vas a estar a mi lado, pase lo que pase. Que me apretaras la mano cuando vea los problemas venir y que me susurraras al oído que todo va bien, que estas conmigo, a mi lado. 
Hagamos de la realidad una fantasía, tu y yo, yo y tu.
Solo una cosa más...
QUIÉREME SI TE ATREVES

domingo, 2 de octubre de 2011

Por fin.

En un arranque de ternura, tendió su mano para acariciarle la mejilla, pero él la rechazó bruscamente. Ella tenía lágrimas en los ojos. Unos ojos en los que ya no veía muchos reflejos dorados. Unos ojos en los que ya no quería ver nada. Quizá no tenía ningún sentimiento hacia ella después de todo. Y quizá eso era lo mejor que podía pasarle.

Y así fue, después de pasar los primeros días pensando en que podría haber hecho mal, en cual fue el motivo... después darle vueltas a lo mismo de siempre, a ese casi que no pudo llegar a ser. Pero ahora, cuando ya ha pasado la tormenta es cuando se da cuenta de la falta que le hacía todo esto, la falta de desconectar y de pensar en frió, de descubrir lo que de verdad le convenía y sobretodo, de aprender a vivir, de disfrutar de cada insignificante momento.
Desde entonces no ha vuelto a perderse en sus ojos, ni ha vuelto a echar de menos su presencia, bueno, ni la de otra persona tampoco, pero eso no importa, no quiere cometer el mismo error más veces.
Con el paso del tiempo, de los años, te das cuenta de como cambia la gente, su forma de ser, para bien o para mal, de si vale la pena o no intentarlo, y mirándolo desde su punto de vista, no vale la pena ni malgastar un minuto de su vida por alguien tan sumamente despreciable, alguien... alguien que no vale una mierda hablando en plata.

Como si hablar en tercera persona nos sirviera de algo...