Love me

 Cada diez pasos que doy me encuentro con un pequeño que ríe, llora o pataleta por el simple hecho de que ha perdido su juguete favorito o se ha hecho una pequeña herida en la suave rodilla... Y sonrío, sonrío porque me gusta observarlos y ver que sus preocupaciones no son nada comparado con lo que tendrán que vivir dentro de varios años, todos pasarán por lo mismo: enfados, lágrimas, risas, amor, amistad, decepción... y miles de cosas más. Pero bueno, todo eso es lo que nos hace ser personas, ¿no? Cada golpe que nos llevamos nos hace crecer, madurar. Podemos tropezar con la misma piedra tres, diez o las veces que haga falta porque si eso ocurre es porque debe ocurrir, por algún motivo en especial, porque hay algo que decide por nosotros, que nos hace caer y caer para aprender, para perdonar, para olvidar, para saber valorar y como no, para aprender a amar.
Pero lo más importante, intenta observar detenidamente, fíjate en los pequeños detalles, no dejes escapar lo que puede significar parte de tu vida y antes de perder a alguien date cuenta de lo que realmente significa para ti y de lo que realmente sientes.