No dejes de soñar

He leído que cuando nos reímos utilizamos 15 músculos de la cara. Aunque no nos demos cuenta quince músculos se mueven a la vez. El mismo artículo decía que cuando gritamos usamos 13 músculos; y cuando andamos en bicicleta, 9. Al parecer cuando besamos a alguien es cuando más músculos se mueven: 34 músculos.

El artículo no lo decía pero existen muchas clases de besos: besos de pasión, besos de amistad, besos que no dicen nada y otros que lo dicen todo. Quizás por eso un beso signifique tantas cosas porque después de darlo no es necesario hablar, está dicho todo.

¿Quien no se ha olvidado del sueño y del hambre pensando en la sensación de ese beso? Ese beso recibido, o quizás no, pero el que nos hace sentir en el aire, libres y el que hace que nos invada la sensación que todos deseamos tener.
A lo largo de nuestra vida vamos a experimentar diferentes besos, de diferentes labios, mas suaves, mas duros, llenos de pasión o de rabia, fríos o cálidos, apasionados o sin amor, besos de despedida o de bienvenida... Demasiada variedad donde es imposible elegir, ya que depende de la persona que lo da, que lo recibe, de los sentimientos y del momento. Pero a pesar de eso, siempre, siempre, queda uno grabado en el corazón, quizás sea el primer beso, lleno de inocencia pero puro, o quizás el de esa persona o el ultimo de tu vida, pero uno al que ningún otro puede sustituir.

¿Y tu? ¿Has recibido ese beso?